La Acupuntura y la Punción Seca son dos técnicas de terapia invasiva con diferentes objetivos.
La ACUPUNTURA se centra en armonizar lo que en medicina china (MTC) denominamos el Qi de los meridianos, es decir la energía de éstos, de tal forma que en ese re-equilibrio volvemos a un correcto estado de salud. Para saber más te lo explico aquí, en el apartado de MTC.
Por el contrario, la PUNCIÓN SECA es es una técnica usada por fisioterapeutas para el tratamiento del dolor y las alteraciones del movimiento. Para esta técnica se utiliza una aguja «seca», sin medicación o inyección, que se inserta a través de la piel en áreas del músculo.
La punción seca no es acupuntura, una práctica basada en la medicina tradicional china y realizada por acupunturistas. La punción seca es parte de la medicina occidental moderna y está respaldada por muchísimas más investigaciones.
¿Qué es un punto gatillo miofascial (PGM)?
Un punto gatillo es una banda tensa de músculo esquelético ubicada dentro de un grupo muscular más grande. Puede ser sensible al tacto, y tocar uno de estos puntos puede causar dolor en otras partes del cuerpo.
¿Qué tipo de agujas se utilizan?
La punción seca implica una aguja filiforme delgada que penetra en la piel y estimula los puntos gatillo miofasciales subyacentes, así como los músculos y los tejidos conectivos. La aguja le permite al fisioterapeuta dirigirse a los tejidos que no son palpables manualmente.
Los fisioterapeutas usan guantes y equipo de protección personal (EPP) apropiado cuando usan estas agujas, de conformidad con las precauciones estándar y las normas OSHA. Las agujas estériles se desechan en un colector de objetos médicos.
¿Por qué utilizar la punción seca?
En los casos en que los fisioterapeutas utilizan la punción seca, por lo general es una técnica que forma parte de un plan de tratamiento más amplio.
Los fisioterapeutas utilizan la punción seca con el objetivo de liberar o inactivar los puntos gatillo y así aliviar el dolor o mejorar el rango de movimiento ya que la punción seca mejora el control del dolor, reduce la tensión muscular y normaliza las disfunciones de las placas terminales motoras, los sitios en los que los impulsos nerviosos se transmiten a los músculos. Lo cual puede ayudar a acelerar el regreso del paciente a la rehabilitación activa.
